Comenzamos con el primer día de este terceto de periodismo, exploración y aprendizaje, filtrado por la voz del historiador y escritor José Luis Corral y su recorrido por las catedrales medievales. Una conferencia, con motivo de su nueva novela El Códice del Peregrino, que nos traslada al viaje místico, interior y esotérico que proporcionan estos edificios.
Con una perspectiva documentalista del viaje, focalizada en una clara voluntad por "captar el espíritu de una época", este ilustre aragonés no ha podido evitar contagiarnos de esa fascinación cuasi mística, de unos espacios venerados con cristaleras de colores y etiquetas propias de la alquimia.
Invitados a entender las catedrales como un foco de atención para lo sobrenatural, los asistentes al Congreso hemos tenido la oportunidad de descifrar las proporciones esenciales de estos edificios, específicos para generar una escultural simbiosis entre la obra de lo humano y de lo divino. Un impacto conmovedor.
En este complejo universo de relaciones de las catedrales, la arquitectura gótica deviene en la protagonista de la charla. En este sentido, las explicaciones de Corral vibran como lo hacen los rayos que penetran los ventanales en la Edad Media. Creados con una multitud de colores, provocan una mezcla de tonos que culmina en el blanco, la suma de todos, el cual vive empujado por la luz de lo divino, el Sol. Y es que con esta intención, las vidrieras de la época se especializaron para dejar pasar sólo aquellos rayos positivos para el hombre, lo que convirtió a las catedrales en valorados templos de sanación para muchos.
Confrontado lo humano con lo etéreo, Corral cierra con una propuesta conceptual de viaje reversible. Un viaje de ida y vuelta, ese trayecto transformador tanto para el viajero como para el peregrino.
La jornada evoluciona tocando tierra en una mesa redonda formada por tres ponentes: Fernando Valls, Gabi Martínez y Valentí Gómez-Oliver. Un diálogo con tres escritores de reconocido prestigio y tonos diversos, remarcados. El debate se abre con la palabra de Fernando Valls: "El viaje se debe fundamentar en la mirada, el contacto con las gentes, la capacidad de observación y relación, y la voluntad de estilo". Tres premisas que dan pie a dos maneras de viajar distintas, la de Gabi Martínez, un viaje itinerante, y la de Valentí Gómez-Oliver, viviendo y conociendo profundamente el lugar.
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Los tres ponentes sobre narrativa de viajes. Fuente: Danuta-Assia Othman. |
Por su lado, Martínez, autor vanguardista en el periodismo literario de viajes, agradece al periodismo la oportunidad de poder vivir saliendo a la calle y escribiendo sobre ella. Sus dos pilares, confiesa, son el arte de la paciencia y el de los sustantivos. Esto es, aprender a nombrar las cosas y a acercarse a ellas de una manera determinada. Afirma, convencido, viajar para tener un amplio conocimiento del mundo, pero sobre todo para conocerse a sí mismo. La búsqueda sostenida frente a la búsqueda específica. "La voz narrativa más allá del estilo", sostiene.
Una confesión que viene apoyada por el ingenio y la espontaneidad de Gómez-Oliver, escritor de obras como Roma, passeig per l'eternitat. Su modo de entender el viaje es la metáfora o la metonimia de nuestro paso por el mundo. Una confrontación con el espejo, la fragmentación del ser. Por ello, escribimos en primera persona, pero también en tercera, o redactamos en diversos registros, por ejemplo. Su rescate en el viaje, pues, consiste en instalarse, establecerse en un lugar y escribir desde las raíces que éste le proporciona. Y, como condimento fundamental, la curiosidad.
La jornada avanza junto al ocaso, en una tarde compuesta por una mesa redonda entorno al viaje como realidad aumentada. Cuatro perfiles distintos intervienen en el debate: Mar Pérez, ingeniera y experta en tecnologías de realidad aumentada; Núria Chiva, coach; Javier Leal, historiador y agente de viajes; y Jordi Gàmez, CEO y cofundador de Labtrip.
El coloquio pivota alrededor de cuatro propuestas diferentes que recogen la fuerza del verbo viajar y la visten con una mirada original e innovadora: desde la reinvención de un destino algo manido como Cuba, a través de la creación de rutas temáticas vinculadas a la cultura y al patrimonio; pasando por el viaje interior, centrado en el crecimiento personal; hasta dos restantes enfoques que se cuestionan cuáles son los retos que debemos afrontar para que el viaje sea smart. En cualquier caso, todos coinciden en que si queremos vender un destino, tendremos que ofrecer un valor añadido. Una reflexión que, ineludiblemente, nos lleva a estrechar y a no soltar a la especialización, fruto de esta tecnificación.
Ponemos fin a este primer día de Congreso con las fotografías del empresario y aventurero Ricard Tomás. Unas imágenes, de incontestable poder y atractivo, que de forma inmediata nos trasladan hasta "La China escondida", entre gentes y paisajes indómitos.