En la diversidad de contenidos que abraza el relato de viajes, el equipo Kompaso se detiene a analizar la comunicación de la memoria histórica a través de los espacios formativos y de ocio que la sociedad ha creado a lo largo del tiempo para organizarse y articular diferentes visiones del mundo.
Viñeta del humorista gráfico Forges. Fuente: Google. |
Llegados a este punto, surge la ineludible pregunta: ¿Cómo comunican estos espacios en la actualidad? Ante una larga trayectoria donde las acciones han devenido en una fosilización del contenido, Perceval nos propone la creación de mecanismos a partir del análisis de los diferentes públicos objetivo, susceptibles de convertirse en usuarios, así como jerarquizar y distribuir los mensajes atendiendo a sus competencias, capacidades e intereses.
Con la voluntad de aumentar la calidad y mejorar la experiencia de la visita, convendría dirigir nuestros recursos y esfuerzos hacia el lenguaje de la comunicación, pues juega un papel fundamental en el desarrollo y difusión del patrimonio y es muchas veces el aspecto menos cuidado en este tipo de instituciones. En este sentido, habrá que abordar a la comunicación como creadora y responsable del diálogo entre el objeto y el público. Un diálogo que, si bien, dependerá de las políticas y estrategias que se establezcan.
Y es que la identificación con el consumidor y el desarrollo de la información que conecte con dicho público, nos permitirá alcanzar un nuevo diálogo. Pues las bases de la comunicación han cambiado. Ahora es un diálogo. Y tú, ¿conoces con quién estás hablando?