24 de octubre de 2012

El misterio del Quipú


Si en la pasada entrada atendíamos al imaginario que comporta la cosmovisión del continente africano expresada en el animismo, nuestra siguiente parada, auspiciada por José-María Perceval, nos lleva hasta América.

Un territorio de monumentales dimensiones, en una extensión que supera los cuarenta millones de kilómetros cuadrados, el único continente que se extiende prácticamente desde el Polo Norte hasta el Polo Sur, atravesando el planeta.

En esta superficie mestiza, dominada por la etnia del conquistador nómada, nos encontramos con una tierra fértil para el desarrollo de numerosas y diversas civilizaciones y culturas. Nos detenemos, sin embargo, en la cultura mesoamericana y, concretamente, en la América precolombina de la mano de los Incas. Os preguntaréis ¿y por qué esta civilización y no otras como los Tiahuanaco, los Huari o los Nazca? Por la escritura secreta que aguarda el misterio del quipú.

Ejemplar recuperado y conservado. Fuente: Google Image Search.
El quipú ("nudo" en quechua) es un sistema mnemotécnico de trenzado mediante colores, hilos y nudos, hechos de lana y algodón. Algunos antropólogos, como el profesor Gary Urton, de la Universidad de Harvard, sostienen, tras más de cuatro décadas de estudio, que los fabricantes de quipú, los quipucamayos encargados de anudar, interpretar y transmitir, utilizaron esta suerte de sistema binario matemático como una herramienta de contabilidad, similar a los ábacos árabes o chinos. A esta suposición, hay quienes aseveran como Urton una funcionalidad adicional, la del relato.

En su obra Signs of the Inka Khipu, el antropólogo norteamericano señala que las combinaciones posibles arrojan más de mil quinientos caracteres anudados. Unos nudos que, si bien, representan palabras o incluso mitos. Un dato que, sin duda, refleja la gran capacidad memorística de quienes dominaban el arte del quipú.

Hoy en día apenas contamos con ejemplares, la mayoría relegados en vitrinas de museos esparcidos entre Perú, Chile, Estados Unidos y Alemania, principalmente. Su misterio, continúa, alimentando el interés de académicos y aficionados que se afanan por identificar un patrón que les permita descubrir esta, por ahora supuesta, lengua perdida de los incas.

Para saber más: 
 

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