15 de agosto de 2012

Sicilia, tras las huellas gastronómicas: la 'cassata'


En Kompaso seguimos explorando las geografías que encontramos en la multicultural gastronomía siciliana para detenernos en la historia, en el rostro de mosaico que esconde tras de sí cada plato, cada ingrediente. 

Cassata siciliana. Fuente: Google.
Dispuestos a descubriros el paladar más dulce os presentamos a la cassata, un pastel tradicional que resume muchos siglos de historia siciliana y fruto de varios encuentros. Una confluencia donde nos topamos con la caña de azúcar, el limón, la naranja, la mandarina, el cedro y la almendra, introducidos en la isla por los árabes, unas raíces que se remontan a los siglos IX-XI. A esta apetitosa cita se sumaría el requesón, producido en Sicilia desde tiempos pretéritos, y una envoltura de pasta dulce cocida al horno. Por su parte, los normandos dejaron como huella gastronómica una suerte de pasta real creada a partir de harina de almendras y azúcar que, coloreada de verde con extractos de hierbas, reemplazaría la pasta dulce como envoltura, agregándose así a la receta tradicional. 

Pero no por mucho tiempo, ya que los españoles traerían consigo el codiciado chocolate y el 'Pan de España'. Finalmente, el periodo barroco también influyó en una cocina abigarrada, dando como resultado las fantasiosas decoraciones con fruta confitada que completan la imagen de esta perla de las pastelerías sicilianas. 

El nombre de esta exquisita tarta proviene del árabe, quas'at, que identifica el molde o recipiente redondo con que se le da forma a la tarta. Una elaboración convertida en una costumbre siciliana consolidada con una larga trayectoria, testigo de la fusión de culturas que han impregnado los sabores de la isla.
 

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