viernes, noviembre 30, 2012
Kompaso
Llegar a un final es símbolo de camino. En él nacen las zancadas del vacilo, pero también se adiestran unos pies pioneros. Hemos caminado duro. Nos sostienen diez meses de pasos y alientos. Con ellos, hemos aprendido a ser compañeros, a rasgar la arena del suelo y a observar el aire del trayecto.
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| Fuente: Google. |
Iniciamos este viaje académico con la frase célebre "Todo viaje de mil millas comienza con un primer paso", del filósofo chino Lao-Tsé. Junto a este lema nos presentábamos a la blogosfera viajera como Kompaso. En ella, hemos aprendido el uso de la letra, la elasticidad de las palabras y, por encima de todo, hemos disfrutado cada pisada de nuestro recorrido.
Y es que Kompaso ha sido la brújula que ha guiado nuestro paso a lo largo de esta bitácora. Una orientación que proviene de una búsqueda, una investigación, una reflexión y un trabajo. En definitiva, un portafolio a modo de diario donde hemos reflejado y, sobre todo, compartido los conocimientos absorbidos en el transcurso del primer Máster en Periodismo de Viajes de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Desde ahora, el rumbo inicia un viaje distinto, cuya dirección, ya en solitario, trazaremos construyendo nuevos pasos. En ellos, seguiremos escuchando los detalles del viaje, una aventura que, aunque quisiéramos, no podría culminar.
Nos despedimos con un sabor nostálgico, ese gusto que a uno le invade cuando penetra el limbo del después. Como ya adelantó un poeta anónimo, "es triste poner punto final a muchos capítulos de la vida; pero si no lo haces, es imposible redactar nuevas historias". Palabras sabias para corazones apasionados.
Con una firma respaldada en el agradecimiento, partimos hacia una nueva ruta, la de la vida. Nos vemos en ella. Buen viaje y ¡hasta pronto!
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