20 de mayo de 2012

Heurística de la comunicación de viajes

Con las mangas de la camisa remangadas, el equipo Kompaso se enfrenta al zigzagueante camino de la retórica y el arte de contar historias de viajes. 

Para ello, contamos con Lluís Pastor, profesor de comunicación y doctor en Periodismo por la Universidad Ramón Llull. Recorremos junto a él los recursos y las herramientas que protagonizan el proceso creativo de la comunicación de viajes.

Lluís Pastor. Foto: Google.
Encomendados a la ardua tarea de la persuasión narrativa, escuchamos con atención los consejos que este cicerone de la retórica nos ilustra con la intensidad de quien desempeña la heurística de la comunicación. Unas recomendaciones que viajan hasta la génesis del proceso de escritura, aquel que traspasa la voluntad unidireccional de expresar para alcanzar así la intención de comunicar. En este sentido, será el lector quien determine nuestro estilo narrativo. Aparece en este punto el modelo ODA. Un modelo cuyos componentes, el orador, el discurso y el auditorio, interactúan entre sí con resultados diferentes de acuerdo a la efectividad del elemento partícipe. 

La dificultad de la comunicación, nos revela Pastor, estriba en la falta de un público presente en el desarrollo del contenido del orador. Esta comunicación se presenta, además, diferida, distanciada y controlada. Considerados los obstáculos y dispuestos a abordar el paradigma del entretenimiento, reflexionamos acerca de los principios de la atracción. Contraste, identificación, repetición, descubrimiento, sorpresa y claridad, no deben faltar si queremos aumentar las posibilidades de que nuestro público nos lea. Pues, como bien apunta Pastor, 'escribir no es sólo redactar'. A la redacción, decían los sofistas, le preceden dos fases que nos ayudarán a concluir con éxito nuestro objetivo: la invención y la ordenación de las ideas generadas. 

Unos instrumentos que deberemos completar con la debida atención al titular, elemento trascendental que deberá condensar toda la información; así como el párrafo, la bisagra entre el mundo de las ideas y de las palabras. 'Nunca hay una segunda oportunidad para dar una primera impresión', afirma Lluís en relación a la importancia del primer y último párrafo. Son los momentos de contacto máximo con el lector.

Finalizada la estructura del contenido, nos detenemos en los patrones cognitivos que subyacen como arquetipos del inconsciente y que refieren tanto a los personajes como a los patrones de la trama. Entender a las narraciones y a sus protagonistas desde el esqueleto de los grandes relatos nos permitirá orientar la comprensión y provocar emociones. La comunicación inconsciente, por tanto, es clave. Y es que la escritura, matiza Lluís, no tiene reglas, sino el riesgo que asumes en el uso de estas reglas. 

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