28 de mayo de 2012

Un viaje a contrarreloj

A veces, la realidad puede superar la ficción. Sucedió hace ciento veintitrés años. Una hazaña que tiene el rostro femenino poco habitual de entonces de una reportera precursora del periodismo encubierto. Se llama Elizabeth Jane Cochran, más conocida por su pseudónimo Nellie Bly.

Heroína de una propuesta arriesgada fruto de un alma inconformista e intrépida. Un espíritu a contracorriente de firmes propósitos que daría lugar a una excelente y entretenida crónica de viajes que, por fortuna, ha llegado hasta nuestros días en forma de un libro llamado 'La vuelta al mundo en 72 días'. Con un desafiante primer capítulo  –una propuesta para ceñir el mundo–, Nelly nos presenta su sólida aspiración: dar la vuelta al mundo en 80 días o menos y batir el récord del personaje literario de Julio Verne, Phileas Fogg.

El periódico The World recoge la noticia. Foto: Google

Una visionaria voluntad que tuvo lugar en la desidia de un domingo en blanco ante la inminente y rutinaria reunión con su redactor jefe. 'Siempre he creído que nada es imposible si uno aplica cierta cantidad de energía en la dirección adecuada', matiza con una decisión inquebrantable. Y así, un 14 de noviembre de 1889 partió desde el puerto de Hoboken (New Jersey). Un punto de partida que le llevaría a plasmar a modo de diario las perspicaces reflexiones y experiencias plagadas de encuentros variopintos con todo tipo de personajes a su paso por Londres, Suez o Penang. Incluída una cita envuelta por la cortesía y la cordialidad con el escritor Julio Verne y su mujer en su casa de Amiens (Francia), quien apuntaría la frase que sellaría su entrevista: 'Si consigues dar la vuelta al mundo en 79 días, te aplaudiré con ganas'.

Perseverancia, ánimo y una estoica terquedad acompañan a esta atrevida periodista de mirada aguda y muy personal, dispuesta a vencer las dificultades de un periplo que causó una gran expectativa en su tiempo.

Retrato de Nellie Bly. Foto: Google

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